LA CUEVA DEL OSO
ACMÉ
Por Boris Nieves
No, no quise decir "Acné", y tampoco es mi intención hacer mención a una marca ficticia cuyos productos siempre fallaban... Aunque sobre esa línea va el texto que te presento a continuación.
La definición de esta palabra es una más bien trágica, fuera del contexto gracioso con la que seguramente la asociarán algunas personas. Acmé es la fase o etapa de una enfermedad en la que los síntomas se presentan con mayor intensidad, según la RAE; y según yo, no hay palabra más precisa para poder etiquetar al actual pensamiento de la gran y aplastante mayoría de la población. Quiero pedirte que leas detenidamente esta columna antes de que comiences a teclear una brillante respuesta (sarcasmo) cual simio furioso.
Vivimos en un mundo donde dejar de usar popotes (pajillas, bombillas) está de moda pero se siguen usando cubiertos desechables.
Vivimos en un mundo donde se nos incita a beber agua constantemente pero compramos botella tras botella tras botella que ni siquiera reciclamos como se debería; simplemente, la basura es la opción.
Vivimos en un mundo donde los docentes se molestan si arrancamos hojas de nuestros cuadernos pero piden 100 copias de trabajos inútiles en hojas blancas (recuerden que están en el siglo XXI, gracias).
Vivimos en un mundo donde la imagen personal es de suma importancia pero la mayor parte de los productos de belleza que nos escupen son altamente contaminantes y encima fomentan el maltrato animal.
Vivimos en un mundo donde se nos incita a procrear y preservar la especie, pero muchos nacimientos a nivel global son el producto de una falta de educación sexual o los abusos hacia mujeres por parte de hombres misóginos e impunes.
Vivimos en un mundo donde negamos la realidad porque no la vemos presente en los medios.
Vivimos en un mundo donde los altos empresarios (no todos) nos tienen sumidos en la ignorancia para que sus riquezas crezcan más y más a costa de nuestro sufrimiento y el del planeta.
Antes he escrito aquí que nos hemos vuelto menos humanos, que deberíamos ser a veces más animales, que respetemos nuestro planeta antes de buscar conquistar el Espacio, que hay soluciones cotidianas que realmente llevan a un cambio "pequeño" que puede hacerse todavía más grande.
Nada de eso lo dije con mentiras en mis dedos ni en mi boca; creo firmemente que por cada persona que comienza a actuar en pro de una vida más sustentable, económica y ecológicamente hablando, la diferencia se hace.
Así que abre los ojos sin parpadear ante la realidad.
Invita a tu familia a tomar cartas en el asunto, instrúyeles de manera correcta para que sepan lo que pasa a nuestro alrededor.
La tierra no es la que estará condenada si no actuamos; seremos los humanos.
¿Quieres comerte al mundo? Primero hay que salvarlo.
Por Boris Nieves
No, no quise decir "Acné", y tampoco es mi intención hacer mención a una marca ficticia cuyos productos siempre fallaban... Aunque sobre esa línea va el texto que te presento a continuación.
La definición de esta palabra es una más bien trágica, fuera del contexto gracioso con la que seguramente la asociarán algunas personas. Acmé es la fase o etapa de una enfermedad en la que los síntomas se presentan con mayor intensidad, según la RAE; y según yo, no hay palabra más precisa para poder etiquetar al actual pensamiento de la gran y aplastante mayoría de la población. Quiero pedirte que leas detenidamente esta columna antes de que comiences a teclear una brillante respuesta (sarcasmo) cual simio furioso.
Vivimos en un mundo donde dejar de usar popotes (pajillas, bombillas) está de moda pero se siguen usando cubiertos desechables.
Vivimos en un mundo donde se nos incita a beber agua constantemente pero compramos botella tras botella tras botella que ni siquiera reciclamos como se debería; simplemente, la basura es la opción.
Vivimos en un mundo donde los docentes se molestan si arrancamos hojas de nuestros cuadernos pero piden 100 copias de trabajos inútiles en hojas blancas (recuerden que están en el siglo XXI, gracias).
Vivimos en un mundo donde la imagen personal es de suma importancia pero la mayor parte de los productos de belleza que nos escupen son altamente contaminantes y encima fomentan el maltrato animal.
Vivimos en un mundo donde se nos incita a procrear y preservar la especie, pero muchos nacimientos a nivel global son el producto de una falta de educación sexual o los abusos hacia mujeres por parte de hombres misóginos e impunes.
Vivimos en un mundo donde negamos la realidad porque no la vemos presente en los medios.
Vivimos en un mundo donde los altos empresarios (no todos) nos tienen sumidos en la ignorancia para que sus riquezas crezcan más y más a costa de nuestro sufrimiento y el del planeta.
Antes he escrito aquí que nos hemos vuelto menos humanos, que deberíamos ser a veces más animales, que respetemos nuestro planeta antes de buscar conquistar el Espacio, que hay soluciones cotidianas que realmente llevan a un cambio "pequeño" que puede hacerse todavía más grande.
Nada de eso lo dije con mentiras en mis dedos ni en mi boca; creo firmemente que por cada persona que comienza a actuar en pro de una vida más sustentable, económica y ecológicamente hablando, la diferencia se hace.
Así que abre los ojos sin parpadear ante la realidad.
Invita a tu familia a tomar cartas en el asunto, instrúyeles de manera correcta para que sepan lo que pasa a nuestro alrededor.
La tierra no es la que estará condenada si no actuamos; seremos los humanos.
¿Quieres comerte al mundo? Primero hay que salvarlo.

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