LA VIDA DETRÁS DEL DEPORTE

SENCILLEZ Y HUMILDAD

Por: Edi Hernández

Resultado de imagen para fundacion sergio checo perez

Hace unas cuantas semanas abordábamos el tema del amor al deporte y decíamos que solo unos cuantos “privilegiados” tienen la posibilidad de practicarlo y convertirse en grandes profesionales. Hoy, ante nuestros ojos, podemos disfrutar de ellos en cada competencia, torneo o certamen.

Es cierto lo que dicen muchos: “El deporte sin los aficionados no sería el mismo”; pero también es cierto que el deporte sin los atletas ni siquiera podría existir. Todos ellos deberían sentirse orgullosos y  agradecidos porque fueron elegidos entre muchos otros para representar a un país y dar lo mejor de sí por ganar una medalla, trofeo o reconocimiento, pero sobre todo, de tener la oportunidad de aportar un granito de arena a la sociedad. Lamentablemente no podemos generalizar, debido a que existen una gran cantidad de deportistas que no entienden el verdadero valor del juego y que ellos se deben a la gente.

La sencillez y la humildad son dos valores que no todos tienen, y tristemente, menos en este aspecto de la sociedad en donde todo es muy competido y visto desde la perspectiva económica antes que la social.

Personajes como Alberto del Río, luchador profesional; Sergio “Checo” Pérez, piloto de Fórmula 1; Andrés Guardado, futbolista profesional; son solo algunos nombres de mexicanos que han puesto el nombre de México en alto por sus grandes contribuciones a la sociedad, en todos los aspectos y vertientes.

La mayoría de los deportistas no conocen la trascendencia de sus actos, no saben que ellos viven de la gente; las personas esperan horas y horas por verlos tan solo unos minutos y obtener un autógrafo o simplemente una sonrisa que pueda cambiar su día e incluso, en un aspecto mayor, su vida. Pero se encuentran tan centrados en su vida privada, que lo demás no importa.

 No se trata de señalar o de juzgar, simplemente, a través de estas líneas, escribir las repercusiones que trae la actitud de algunos atletas en la vida de los niños, jóvenes y adultos. Tampoco se trata de jactarles deberes y obligaciones que el gobierno y la propia familia tienen la responsabilidad de cubrir, pero sí de hacerles ver que todo en la vida se acaba, y que la única satisfacción que te puedes llevar cuando mueras, es haber cumplido un propósito. Todo esto es algo que solo unos cuantos jugadores pueden entender y, por supuesto, seguir con este cometido en la vida.

A continuación cito unas palabras de Manu Ginobili, ex jugador de baloncesto profesional, que nos habla precisamente de estos valores y lo que un deportista debe hacer y pensar desde el inicio de su carrera:

Periodista: ¿Hay algo que te faltó por cumplir en tu carrera?

Manu Ginobili: “Absolutamente nada. Sí, podría haber ganado algún campeonato más, podría haber ganado un mundial, una liga nacional en Argentina o lo que sea. Pero… ¿Qué cambiaba? Sí, una estrellita más en el curriculum, totalmente relevante. Lo más importante ni siquiera son los campeonatos. Lo más importante son las experiencias, las historias, los amigos y el aprendizaje. El aprendizaje de los buenos momentos y malos momentos. Eso es lo que te termina de hacer una mejor persona, un mejor padre, un mejor marido y un mejor ciudadano. Tuve la enorme fortuna de haber ganado un montón de cosas a diferentes niveles, pero si no hubiese sucedido no es que hubiese cambiado tanto.”

Ojalá podamos absorber estas palabras y darle el significado que merece: la enorme fortuna de contribuir al juego desde una trinchera a la que pocos pueden llegar, pero sin duda, es la más importante en la vida de la sociedad.

Twitter: @edinho98
FB: Edi Alfredo Hernández González

Comentarios

Entradas populares