LA VIDA DETRÁS DEL DEPORTE
GLOBALIZACIÓN EN
ESTADO PURO
Por: Edi Hernández
El mundo no se detiene. Día a día
las personas vivimos en una dinámica que no podemos soportar y tenemos que recurrir
a métodos y procesos establecidos por la sociedad para poder sobrellevar las
cosas. La población de este siglo ha manifestado rasgos característicos de una
“sociedad mediada”, es decir, marcada e influida por los medios de comunicación
que convergen en la idea de mantener y preservar una sola cultura en el
universo.
Si nos ponemos a pensar un poco
qué es lo que pasa con el deporte en este aspecto tan importante actualmente
como lo es la globalización, nos encontramos con un arma de dos filos, una
moneda de dos caras o con una herramienta que puede construir o coartar
esperanzas en este rubro.
Hasta el momento, aparecen
algunos rasgos propios del deporte que benefician a la sociedad, pero también sobresalen
algunos no tan favorables y por los cuales nos ponemos a pensar si fue tan
factible que la globalización haya entrado tan repentinamente, aun cuando ya
llevaba muchos años en nuestras vidas.
Uno de los aspectos positivos es
que se han abierto muchos caminos que benefician el proceso mercadológico y
publicitario a todas las disciplinas. Un ejemplo de ello es que China fue sede
de los Juegos Olímpicos en 2008; por supuesto esto es digno de resaltar, ya que
este país asiático ni siquiera figuraba en el mapa deportivo hace treinta años
y hoy poseen una de las estructuras más
sólidas y difíciles de imitar.
También el proceso de competencia
se amplió, lo vivimos en los Juegos Olímpicos Río 2016, cuando un contingente de refugiados tuvo lugar en Brasil hace dos años. A ellos se les brindaron las
herramientas básicas para que pudieran competir en los eventos, por obvias razones
de potenciales y metodología, no
tuvieron oportunidad frente a las potencias.
El mundial de fútbol posiblemente
es el evento deportivo más espectacular del orbe, los organizadores y
directivos del máximo organismo en esta asignatura, ya abrieron el panorama
para el año 2026. A partir de ese mundial, con Estados Unidos, México y Canadá
como anfitriones, disfrutaremos de 48 selecciones, 16 más de las presupuestadas
en anteriores ediciones. Esto destapará a países como China, India y Rusia para
que puedan “competir” y así las personas encargadas de dirigir el fútbol podrán
obtener más beneficios económicos, nada más. Debido a que el mundial es un suceso en donde
todos tienen la oportunidad de participar, pero siempre ganan los mismos, dice una
vieja frase; ojalá que esto cambie, aunque lo percibo más que difícil.
Precisamente por esta medida es
que han llovido las críticas hacia la FIFA (Federación Internacional de Fútbol
Asociación) y en general hacia todas las disciplinas, ¿Por qué? Muchos
argumentan que todo esto condiciona al deporte, ya que el juego por sí mismo
pierde su valor, y ahora ya no veremos la entrega y sacrificio en cada competencia por
obtener un lugar, algo que lo hacía mágico y único en el mundo.
Con todo este proceso latente en
nuestras vidas, a nosotros los amantes y loco por el juego, solo nos queda una
cosa: pedir que la globalización vaya enfocada a la construcción de nuevas
formas de ver y encauzar el deporte hacia lo verdaderamente importante, y no
a la destrucción del mismo. Aunque, ante todo lo que hemos visto y vivido en los
últimos años, parece que esta posibilidad se diluye poco a poco.
Twitter: @edinho98
FB: Edi Alfredo Hernández González
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