CATARSIS POÉTICA

JULIO CESAR LUENGAS RODRÍGUEZ

“MÓNOLOGO SOBRE PROMETEO”

Han pasado un par de eras desde la última vez que estuve aquí. Mi cuerpo fue mancillado, hecho jirones de carne urdida para menoscabarla; mi espíritu fue humillado, transgredido como si se tratara de una especie de éter menguado, a causa de los designios de los demás dioses. Me convertí en la basura del olimpo, un dios aislado a causa de sus acciones, un dios solitario que vaga por los rincones de esta geografía. ¡Miradme! Nada poseo, no tengo nada de que enorgullecerme, tan solo soy el fantasma de lo que un dia represente, mis fuerzas han emigrado como lo hacen las aves en este tiempo. 

Fue en esta cima, la última vez que fui Prometeo. El Prometeo creador de toda esta extirpe, que habita estas tierras tejidas de sangre, impolutas, inoculadas por el esfuerzo de seres poco capaces, seres débiles, acomplejados por el poder y el orgullo, seres destinados al olvido, a su desaparición completa, seres en los que un dia, yo creí… No sé qué me duele más, se me caen las palabras al vacío, se me escapan los idilios al Tártaro. Aposté todo por estos seres, me atreví a crearlos, a darles forma y contenido, concedí mi capricho de emular la esencia de los dioses. Rete a mi padre y a los otros, pero tan solo conseguí que Pandora infestara su plaga en mi voluntad, ahora solo existe el dolor, el odio, la tristeza, el hastío, la destrucción. 

Yo soy yo con mi caos, mis delirios y bajezas. Nada importa ya, para mí ya nada es constante, con franqueza decidí hacerme a un lado y tirarme al vacío. Cada vez que nace el alba y se posa en pleno apogeo, canto trémulamente en la cima de este monte, mi voz profiere letanías a mi padre con la intención de apaciguar mi alma, busco con mi mirada el reino de las estrellas muertas. Quiero unirme a una de ellas y hacer combustión, tal es la cadena infame de los infortunios que padeceré por miles de años más., puesto que todo lo que ha de acontecer lo sé de antemano. No hay necesidad de luchar más, todo ha acabado, tan solo es preciso soportar los escarnios azarosos que me ha trazado el destino.

Pero tan solo… quisiera, quisiera ser catarsis una vez más, quiero ser dualidad, ser totalidad y medir estas tierras infinitas. Quiero ser naufragio del tiempo y así ahondar en los secretos de este fuego adherido a mi más grande error, a mi más grande creación… el ser humano. Pareciera inerte, pero es la esperanza que da vida, es incierto, volátil. Es la fragua que los expande, es el consorcio de las lenguas sabias. Y yo, en este instante de desfachatez, canto mi último suspiro de libertad al celaje, quiero que sirva de alimento a la materia. Esta es mi última voluntad, me convertiré en receptáculo y hare florecer todo esto en los límites del enardecedor fuego. Yo soy Prometeo, protector de los seres humanos, rebelde de las causas morales. Yo soy Prometeo y los libero de las ataduras de los dioses. Yo soy Prometeo, ofrenda y redención para todos ustedesqueridos humanos, la tierra tiembla no de palabras sino de hechos ya.

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