BRAVE AND HOPE

Entre los días grises. 

Esta es una columna especialmente escrita para todas aquellas personas que han estado rotas o se sienten rotas, y con “rotas” me refiero a aquellas personas que sienten un vacío en su pecho desde hace ya un largo tiempo que es como si poco a poco consumiera la parte positiva de su ser. 

Durante la semana pasada tuve muchas experiencias y también un fuerte dolor en el pecho que literalmente a veces me impedía respirar, mis cambios de humor eran repentinos y mis ganas por hacer las tareas, actividades simples como tender mi cama o comer, se volvieron escazas, fácilmente podría decir que estuve llorando todos los días por lapsos y dormir parecía simplemente ser un placebo. 

Sinceramente, la semana pasada fue horrible, (si es que no encuentro otra manera de poder describirlo), sin exagerar, yo creo que hubo días en los que solamente quería correr o dejar todo y llorar como si así encontrara la solución. Hacía tanto tiempo que no me sentía de ésta manera, pero el hecho de sentir un gran dolor atorado en el pecho y un sinfín de pensamientos catastróficos me llenaron en algún momento de una incapacidad para disfrutar inclusive de la compañía de las personas que amo. 

¿Qué tengo o qué tuve? No lo sé con exactitud, a veces creo que es ansiedad, a veces creo que es mi falta de fe, en otras ocasiones pienso que es esa pésima costumbre de guardar silencio cuándo algo nos duele o nos molesta. No tengo idea de qué sea, pero lo que sí sé, es que fue algo que no me permitió vivir en paz. 

Cassandra, ¿Cómo puedes escribir algo así?, ok, primero quiero decir que escribo porque tal vez las experiencias de mi vida puedan ayudar a otra persona, porque a pesar de mis “días grises” siento que cuento con el conocimiento y la capacidad para poder seguir adelante y sostener a alguien en el camino y porque he aprendido que aunque el dolor sea fuerte, a veces es sólo una prueba para demostrarnos que tan capaces somos por superar ciertas circunstancias. 

Ahora, si te preguntas cómo me siento hoy, bueno, pues el cambio tuvo que empezar desde apenas hace unos dos días y con un tratamiento que dejé inconcluso hace ya unos meses, en el que después de muchas lágrimas, cansancio físico y emocional, me sobrepuse al dolor de mi pecho y a simplemente tratar de vivir en el presente de la manera en que podamos alcanzar las metas establecidas, dominar la mente, recordar quien soy y que merezco. No puedo decir que es algo completamente fácil pero lo que sí puedo prometer hoy, es que aún en los días grises nosotros podemos encontrar el brillo, sé que lo más importante es no perder la esperanza porque te prometo que un día volverás a sentir el sol, porque aunque a veces me da miedo de caer, y tú también lo estarás, yo hoy estoy bien, porque hoy me propuse vivir este día como si fuera el último, me propuse demostrar amor y tratar de tener paciencia a mis debilidades, juzgarme menos, amarme más y fue un día mejor. 

Créeme, si yo puedo, tú también. 

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