TEOTIHUACÁN

TEMAZCAL: MENTE, CUERPO Y ALMA

Por: Elisa Caballero

Teotihuacán, Edo. México. El temazcalli (del náhuatl: temaz, “vapor”, y calli, “casa”) puede definirse como “casa de vapor”.
El temazcal simboliza el vientre materno y es utilizado para purificar, relajar y “renovar” el espiritú.

El Temazcal es un baño prehispánico que se generalizó entre las culturas de Mesoamérica. Su uso a través de la historia ha sido tanto terapéutico como ritual y ceremonial y su práctica sobrevive en la actualidad gracias a la tradición oral de las distintas comunidades indígenas de México.

Con cantos en náhuatl, tambores resonando, el sonido de caracoles de mar y un aroma a incienso, es el contexto que rodea el comienzo de un temazcal.

En un círculo, la gente se llena de energía para poder dar inicio al temazcal. Marco, quien esta vez dirigió el temazcal, pasa enfrente de cada persona para “bendecir” con un poco de copal  la entrada al temazcal.

Ya adentro, Marco da algunas explicaciones para poder disfrutar esta tradición ancestral.

Inicia con algunos cánticos en náhuatl para agradecer a la madre tierra y pedir a los ancestros su espíritu para acompañarnos en ésta sesión.

El olor a algunas hierbas medicinales abarca todo el lugar del temazcal y se siente una relajación tanto para la mente, el cuerpo y el alma.

Con más cánticos cada persona agradece, pide o simplemente da unas palabras para dejar todo lo “malo” o preocupaciones que uno llega a tener.

Con sábila se masajea todo el cuerpo y después se bebe un té de hierbas para la relajación.

Si uno quiere puede pedir un masaje y se utilizan hierbas para hacer que los músculos se relajen con la ayuda del vapor del temazcal.

Al finalizar el temazcal es opcional que la persona se introduzca a una pequeña “bañera” de agua helada. Esto ayuda a la circulación de la sangre y a los poros de la piel.

Como Marco dice: “Siempre tiene que haber una dualidad en todo. Se trata de equilibrio mental y espiritual con uno mismo”.

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