SILENCIO INCOMODO
Ábranle paso a El Tarro de mostaza.
Por Sergio Aguila.
El tarro de mostaza, banda de rock psicodélico originaria de Poza Rica, Veracruz, fundada en el año de 1965, entes de nombrarse “El Tarro de mostaza” se hacían llamar “The sounds”, el grupo era conformado por 5 jóvenes virtuosos, todos iban en la preparatoria de Poza Rica. Juan Felipe Castro guitarrista, Jorge López organista, Francisco Javier cantante, Osar García baterista y Santiago Galván bajista.
El tarro de mostaza solo lanzó un solo disco homónimo en el año de 1970, la disquera fue Capitol Records. No les voy a exagerar al decirles que este disco es una pieza magistral del rock mexicano, hasta el momento de su aparición en el mundo de la música ninguna banda de México había hecho algo parecido.
Hace un par de años yo compré una revista “La Mosca”, en ella venía un artículo sobre bandas mexicanas olvidadas y poco valoradas de los años 60´s, venían bandas como El ritual, El pájaro Alberto, Los dug dug’s, y obviamente El tarro de mostaza, entre otras. En ese momento no escuché nada de “El tarro”, como que no me llamó mucho la atención, pero el nombre de la banda me pareció muy curioso, nunca lo olvidé. Les platicó de esta banda porque por fin ya la escuché, paso así; yo estaba con mi compañera de cuarto en nuestro pequeña habitación y yo le estaba platicando de las bandas mexicanas de los 60´s, sobre como es que muy pocas personas las conocen, le platicaba de la represión que sufrió el rock desde el concierto de Avándaro, y en ese momento le puse una canción de “Toncho Pilatos” otra virtuosa banda sesentera originaria de Guadalajara, entre toda esa plática y poner canciones en la lap, me acordé de ese artículo de la revista, recordé ese nombre tan curioso “el tarro de mostaza” lo busqué y solo apareció un disco para mi sorpresa, empezamos a escuchar el disco, lo chido de esta banda es que tienen letras en español, en los años 60´s a las bandas de rock que cantaban en inglés se les denominaban como “rock chicano”.
Lo escuchamos atentos y nos quedamos sin palabras.
Estos chicos veracruzanos hicieron sus propias rolas, canciones psicodélicas, un rock ácido que no se había escuchado así en México. Sus letras no son tan complicadas, muy digeribles la verdad. A mí me encantan piezas musicales psicodélicas de larga duración, sus 12, 15 hasta 20 minutos (algunas hasta de media hora) de duración. En este disco nos presentan desde la primera canción todo el poder creativo que tenían estos chicos. La primera canción se llama “Obertura-brillo de luz” dura un poquito más de 20 minutos y es apabullante, de principio a fin, en la parte intermedia de la canción el órgano está al tempo perfecto para darle al espectador una danza sin igual, mientras que un solo de guitarra te va atrapando, esta parte dura como 8 minutos. Al final de la canción enserio que se pasan de lanza, hacen un cambio de ensoñación, como si fuera la música que escucharías al momento de morir por una sobredosis de psicotrópicos. Monumental.
Así como tienen una pieza larga al estilo de Iron Buterfly, Camel, Pink Floyd, etc., también en el disco viene una canción de apenas segundos, se llama “Final-avances”, eso demuestra que están muy bien influenciados con la música psicodélica, que van de canciones cortas como especie de puentes, hasta componer canciones de larga duración con magistral ejecución. La otra canción que me gustó mucho es “El ruido del silencio”, esta canción es de 3 minutos y medio, va rápida, la batería al compás y un órgano haciendo sonidos agudos como espaciales nada ostentoso ni cargado, todo se ensambla a la perfección.
Todo el disco es un viaje psicodélico, las letras están muy bonitas, hippies, que te ponen a reflexionar y otras más “tranqui” que te hablan sobre un chico enamorado que le marca por teléfono a su amada. Lo sabrán si escuchan “Amor por teléfono”.
La canción de “El jardín” es tan pero tan dulce, que enserio podrían hacer que pases de escuchar tu rock pesado y te metas de lleno en las baladas románticas. Pero recuerden, todo el disco es psicodélico, no se vayan con la finta de que es una dulzura infantil al estilo “Cri-Cri”, estos chavos la neta crearon un matiz distinto del rock ácido.
Hablar del rock mexicano de los años 60´s es una tarea de investigación muy exhaustiva, ya que enserio es muy poca gente que conoce a bandas de esa época. El interés ya se perdió. Yo estoy empezando meterme de lleno en este tema, por eso la siguiente semana les hablaré de otra banda “olvidada” pero que vale mucho la pena.
EXCELENTE ESCRITO (CON UNA EXCEPCIONAL NARRATIVA (SOLO UN POCO DE FALTAS DE ORTOGRAFÍA -PUEDO CREER QUE ES ERROR DE DEDO - )Y NECESITA ALGUNAS CORRECCIONES DE EDICIÓN PERO FUERA DE ESOS DETALLES TODO ES EXCELENTE ...SERA POR QUE SOY UN ROCKER NETAMENTE MEXICANO TAMBIEN ? FELICIDADES !!!
ResponderEliminarMuchas gracias, gracias por el interés y la atención prestada. Te aviso que seguiré con el dedo en el renglón, enfocándome en esa época de nuestro rock.
EliminarMuchas gracias.
ESTARÉ ATENTO A LA SIGUIENTE EDICIÓN !!!SALUDOS DESDE TULA YORK!!!
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