NI DIOS, NI NADA, SOLO RUIDO.

A los 10 

 Brandon Unwritten

Qué bien se siente cuando una canción, álbum entero o un género musical puede cambiar tu estado de ánimo, tu forma de actuar y hasta tu ideología. Infinidad de estilos musicales mueven a cada rincón del planeta y no he conocido a alguien que me pueda decir que la música no forma parte de su día a día. ¿Quién no se ha obsesionado con una canción? 

Justamente este 2018, cumplo once años de escuchar música de una forma directa, tan directa que podría citar al rapero LNG-SHT (Gastón Espinosa) con este fragmento “Entonces amas la música, muy bien qué lindo suena, lo mío es semejante a una relación enferma” el cual pertenece a su canción “La música te odia” que lleva de base el bajeo de la canción “Waiting Room” que pertenece a Fugazi, esta banda oriunda de Washington, DC, formada en el año de 1987. 

Y bueno todo este acercamiento a la música inició por la influencia de un primo y de mi hermana quienes son cuatro años más grandes que yo, fueron ellos los que me insertaron esas ideas. Las ideas de una generación con tenis anchos, peinados fuera de lo común, patinetas, MySpace, Hi5 y música que se hacía llamar “indie”. ¡Y sí!, estoy hablando de la música alternativa, esa es mi escuela. 

Bandas como Austin Tv, Porter, Hummersqueal°, Sad Breakfast, Los Dynamite, Hello Seahorse, LeBaron, Vicente Gayo, hicieron que me acercara a la música de una forma en la que no podía dejarla de lado, ni por un solo día y hasta el día de hoy puedo seguir diciendo lo mismo. Lo gracioso de esto, es que de esa lista de bandas a la única que pude ver en vivo fue a Porter. Fue en su presentación de reencuentro dada en el Festival Vive Latino 2013, después de cinco años de estar separados. Meses antes de la revelación del cartel, se rumoraba su reencuentro, mis amigos (Mayores) y yo, comenzamos a planear la compra de boletos para no perdernos ese show que asegurábamos sería único. El día de la revelación del cartel nos dimos cuenta que los rumores eran ciertos. Y en efecto, días antes del festival ya teníamos en nuestras manos cinco boletos para el día en el que se estaría presentando Porter. Recibí un comentario por todos mis amigos al menos unas diez veces, el cual era: “Ni vas a dormir por la emoción” y sí, tuvieron razón. 

Pero ¿Y qué si no pude dormir? Hoy acepto que tengo una relación enferma con la música. Hay cosas que no puedes cambiar, y en mi caso, yo no puedo cambiar todas esas sensaciones que la música me transmite y día a día está acompañándome tras estos largos once años en los que he ido descubriendo cantidad de canciones, bandas, géneros musicales y no creo que parar.

Para mí, no es sólo música. ¡Qué viva!

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