La Mano de Cuatro Dedos

La Mano de Cuatro Dedos

Cuando la palabra animación llega a los oídos de una persona esta puede pensar dos cosas, que son las personas que trajo el estudio de música a los quince años de tu prima para bailar y animar a la gente o que simplemente son dibujos animados para niños. Estas opiniones son comprensibles ya que no son precisamente el principal tema de conversación que se suele utilizar pero, eso no le quita que, al igual que las creaciones que de ella salen, puedan ser tan interesante y profundas como cualquier tema a tratar.

Si tu concepto de animación fue como uno de los dos ejemplos anteriores, si tienes una vaga idea o si ya eres un gran conocedor, esta columna es para ti. Con esto no quiero decir que te convertiré en un fanático de la animación, solo te ofrezco la oportunidad de que conozcas y comprendas más el mundo en el que está sumergido este fascinante arte, o por lo menos que te lleves algún que otro dato curioso para comentar con tus amigos.

Es por ello que quiero empezar hablando de un asunto que toque en el párrafo anterior; el tratar a la animación como un arte o solo como un empleo más.

La verdad es que ya es muy conocido la gran controversia que existe al especificar que es arte o no y si a cualquier cosa se le puede denominar así solo por proclamar que lo es.

Para entender mejor porque a la animación se le debe considerar arte primero tenemos que entender que es arte y que es animación. El arte es entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado con una finalidad estética y también comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones y, en general, una visión del mundo, a través de diversos recursos. Y la animación es la actividad que realiza una o más personas para dar movimiento a una imagen con el fin de trasmitir una idea por medio de una historia.

Ahora que conocemos un poco mejor estos conceptos podemos ver que la animación si puede ser considerada como arte. Pero esto no quiere decir que todo lo que este hecho por la animación lo sea, ya que otro aspecto que tiene la animación es el propósito de su creación. La mayoría de las caricaturas están hechas con el único fin de entretener más que el de demostrar un punto de vista como lo hacen normalmente en cortos y películas animadas.

En conclusión podemos entender que la animación puede crear obras de arte, productos que merecen ser admirados por su contenido ya que para eso fueron creadas, es decir que cualquier animación puede ser arte pero no cualquiera lo es.

“En el pasado, jamás oculté mi desdén por el famoso lema del chef Gusteau: ´Cualquiera puede cocinar´. Pero al fin me doy cuenta de lo que quiso decir en realidad: ´No cualquiera puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista puede provenir de cualquier lado´.”

―Anton Ego