EL ZORRO DICE

EX-PERIENCIAS FALLIDAS.


Por: Jafet Mariscal.


Todo parece marchar bien, has conocido a una persona agradable, los gustos parecen ser similares, es interesante, es divertida, la primera cita ha salido relativamente “perfecta”, el tiempo que pasan juntos es maravilloso o al menos puedes ser tú mismo, sin que te vean como un “freak”. Entonces un día decides salir con tu nueva “persona especial” o prospecto de pareja, cuando escuchas una voz a lo lejos que te parece conocida, decides voltear y al darte cuenta, te topas con la sorpresa de que la persona que hablaba, es esa persona, la misma, que menos esperabas volver a encontrar y que por azares del destino, tuvo que aparecer nuevamente, cuando al fin todo volvía a marchar bien, exactamente, esa persona es tu ex.

Si bien, es cierto, que no siempre las relaciones terminan mal, tampoco todas terminan del todo bien o simplemente todo termina como un completo desastre. Sin importar cuál sea el caso, el sentimiento de reencontrarse con alguien con quien se compartió tanto, se planeó un sinfín de experiencias y se hizo muchas más, es abrumador, en su mayoría, porque no se está preparado para ello. Es justo en ese instante, que todo comienza a volverse turbio, pues los sentimientos pueden ser variados en una gama distinta de emociones, que van desde  la rabia a la indiferencia y del amor al repudio, por mencionar algunos.

Pero la cosa no termina ahí, pues comienzan una serie de cuestionamientos según sea el caso, ¿Hacer contacto o no?, ¿Y si me ve?, ¿Y si me habla, que respondo?, ¿Será bueno que lo haga?, ¿Y si siento algo otra vez?, ¿Y si se enoja?, ¿Y si le ignoro?, ¿Por qué tiene que verse más guap@?, ¿Me veré bien?, ¿Le daré celos?, ¿Se enojará?, etc. Suena absurdo si lo pensamos bien, puesto que ¿Por qué deberíamos prestarle importancia a tal persona, si ya no figura en nuestra vida?, la respuesta, justo por eso, porque algún día lo hizo y ya no, es completamente normal sentirse abrumado en lo más mínimo, es imposible no sentir, gusto, nostalgia, ira o un deseo asesino de venganza (entre otros), por alguien que en su debido momento nos hizo sentir especiales o nos hizo daño, o que en su defecto, hicimos sentir de esa manera, porque en una relación, siempre existen dos versiones.

Ahora bien, ya identificaste lo que sientes por esa persona, es momento de evadir o confrontar tu realidad. Si lo negativo es más y no crees que sea el momento adecuado para resolver tal situación, huye, lo más rápido, pero déjame decir, que tienes un pequeño problema, ¡No has superado a tu ex!, entonces no deberías intentar tener una nueva relación, por lo menos no, hasta resolver tus problemas internos, porque como bien dicen las abuelas “un clavo, no saca otro clavo”, solo hace más grande... la herida (Y todos entendemos eso).

De otra manera, si es positivo y el sentimiento ya no es amor, ten en cuenta que en algún momento esa persona te hizo feliz, afronta la situación, ya sea que recibas una negativa o que el encuentro sea agradable, no olvides mantener los modales y la objetividad, esto te hará mostrarte como una persona madura y en control de sus emociones, sumándote puntos al iniciar una relación o al retomar la misma (aunque de manera personal, no aconsejo repetir plato y no hablo de comida).

Esto, también aplica en caso de que tú seas el ex a quien se han encontrado.

Así que mantente cordial en todo momento, cruza algunas palabras y felicita a la persona por sus logros (es de reconocer, pero no te excedas). Así podrás continuar con tu día y todo fluirá con más calma en tu vida, para cuando llegue el momento correcto, embarcarte en un viaje, al lado de una nueva persona que te hará feliz.

Y recuerda “No se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos” (Orison Swett Marden).

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